Los Angeles Lakers se olvidaron de las individualidades y recuperaron el valor del juego en equipo para vencer por 103-94 a los Denver Nuggets en el quinto partido de la serie, situándose a un solo triunfo de la final de la NBA.
El encuentro, jugado en Los Angeles en la noche del miércoles, fue muy igualado hasta el último cuarto, cuando los Lakers pusieron una velocidad más a sus acciones y situaron un parcial 11-0 de salida que finiquitó el duelo.
Esta vez no hubo egoísmos personales en el conjunto angelino, algo que se vino repitiendo durante toda la eliminatoria. Todo el equipo rindió a gran nivel, incluidos los hombres del banquillo, y esa fue la clave del triunfo.
Kobe Bryant fue su mejor anotador al conseguir 22 puntos, añadiendo ocho asistencias. En esta ocasión sí supo ceder protagonismo a sus compañeros y completó una serie de seis canastas en 13 intentos, pocos lanzamientos para lo que en él es habitual.
“Cambiamos la estrategia en relación con los anteriores encuentros. No se trataba de que yo fuese el foco de atención y de llevar la responsabilidad de todo el ataque, sino que mis compañeros también ayudasen”, declaró Bryant.
